lunes, 22 de septiembre de 2008

Más historia (internacional, bah!, de EEUU)

En Nueva York, los graffiteros hicieron propios las cocheras y galpones en los cuales se guardaban los vagones de subterráneos y trenes. Los exteriores de los trenes serían bombardeados de la noche a la mañana.
Para esta época aparece la que es considerada la primer gran “banda” de graffiteros: “The Ex Vandals”, creado en Brooklyn con el objetivo exclusivo de difundir el nombre de la noche a la mañana. Grafiteros legendarios representaban al grupo de la forma más agresiva poniendo en cualquier lugar su firma y luego la del grupo. Eran los más famosos y desde sus respectivos barrios iban a los barrios vecinos por “turismo”, ir a pintar otros barrios; ponían su firma en los lugares más altos, raros o inaccesibles. Hacia 1971 ingresaron las primeras mujeres en entrar en las filas del graffiti. Ellas graffitearon en todas partes de la ciudad tanto o más como algunos graffiteros principales del momento.

Estilos
Hacia 1972 comenzaron a aparecer las nubes alrededor de la firma (la leyenda dioce que fue SuperKool 223 quien tomó este diseño de la burbuja de los bocadillos de los cómics). Este fue el inicio de la evolución posterior de los “tags”, con sus cada vez más complejos y variados estilos (tales como Elegante Brodway, Philadelphia, Bubble Letters o softies, etc. etc.).
De estos estilos se crearon muchísimas variaciones abriendo el camino a otros graffiteros que continuaron desarrollándolos. Esto dio comienzo a las primeras guerras de estilos. En el año 1973 aparecen las primeras piezas diseñadas en 3D (aparentemente la primera es pintada por Pistol 1).
Para esta estos años en algunos círculos, el graffiti empieza a ser considerado como una manifestación artística (los más importantes en esta movida fueron Hugo Martínez, el fundador de United Graffiti Artists-, Coco 144, Phase 2, Stay High 149, Stitch 1, Snake 1, Riff 170, Jec Star, Bama, SJK 171, C.A.T. 87 y otros).
A pesar de estos intentos, la MTA (Metropolitan Transit Authority) de Nueva York comenzó su encarnizada lucha contra el graffiti. Se comenzaron a tomar medidas contra ellos, instalar nuevas vallas en las cocheras, recubrir los vagones con pintura resistente, aumentar la vigilancia, etc. Esto empezó a hacer decaer el graffiti. Algunos buscaron formas para seguir adelante en esta particular lucha. A esta particular batalla contra la MTA se sumó la aparición del crack que contribuyó también al declive del writing. El crack que se adueña de la Gran Manzana y trajo consigo todo lo que rodea al mercado negro de la droga: violencia y dinero. Así las armas de fuego empezaron a ser algo al alcance de cualquiera, esto cambió la mentalidad y el espíritu de muchos. Se empezaron a promulgar leyes restringiendo la venta de pintura a los jóvenes y se endurecieron las penas contra los graffiteros. Además, la “mass media” y, obviamente, los medios de comunicación empezaron a volverse contra ellos. Surgieron brigadas e incluso asociaciones de vecinos antigraffiti. Todo esto hizo a los grafiteros mucho más territoriales y agresivos.
Luego de un tiempo volvió a resurgir el writing, entre otras cosas impulsado de forma inconsciente por la propia MTA. Esta empezó a retirar vagones averiados a cocheras para chatarra en Brooklyn, lo que hizo que los apasionados del metro volvieran a la carga.

Tag y esténcil en Nueva York
Aunque existen precedentes, a partir de finales de los años ochenta y en especial en los años noventa se fueron adoptando nuevas técnicas como la aplicación de aerosol con plantillas, y el pegado de carteles y pegatinas. Así parte del trabajo artístico se hacía en casa o en el taller. Luego, en la calle, el trabajo se hacía más rápido, reduciendo el tiempo que el artista está expuesto a ser detectado.
Ejemplos contemporáneos:

Como intervenciones urbanas, emparentadas con esta última clasificación, podríamos incluir a una práctica de "borde", casi fuera de los "graffitis". Por un lado, porque, además de ser muy poco usada, utiliza elementos técnicos no "típicos" del graffiti. Pero por otro, varios grupos de graffiteros han realizado alguna vez esta práctica. Nos referimos a los:
Afiches, basados en el uso de afiches como medio rápido de reproducir masivamente alguno de los tipos de graffitis anteriores.
Este método es más bien escaso entre los graffiteros. Recuerdo pocos usos no institucionales de esta técnica, el siluetazo de los organismos de derechos humanos y, el más pequeño y menos famoso, uso de esta técnica por el bolo alimenticio en las proximidades de Plaza Houssey durante una de las visitas del Papa Juan Pablo II a la Argentina “Karol, ite domus”
Por otro lado, los graffitis tradicionales, los vinculados a la cultura hip hop, han seguido evolucionando, a veces influidos por el post-graffiti/arte callejero, a veces con total independencia.

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