jueves, 23 de octubre de 2008

Reflexiones sobre la teoría

E.H. Gombrich (1909-2001) en su libro 'Los usos de las imágenes' dice, en una acertada frase, 'El garabato, al igual que los graffiti, es fruto de la oportunidad. Los dos tienen mucho en común,' [...] para, seguidamente, desbarrancar su prolijo análisis por el lado moral, pues continúa [...] 'pero podríamos describir al garabato como el hermano inocente de los graffiti. Mientras que el vándalo (!) está tentado por desfigurar (!) un muro blanco con un pintarrajo (!) o un mensaje grosero (!) básicamente para ejercer su poder y desembarazarse de su agresividad (!), el ganabateador normalmente desea mantener su privacidad'. Luego sigue en una elegía del garabato y el garabateador, de la cual, mutantis mutandis, podríamos sacar una casi poética descripción del graffiti y el graffitero: 'Es la tentación que representa la hoja de papel (el muro) en blanco [...] lo que nos induce a animar las horas de aburrimiento o a relajar tensiones permitiendo que nuestra pluma (aerosol) despliegue su propio juego sobre este territorio de libertad. La herramienta en nuestras manos pide ser utilizada y demostrarnos su poder creativo; en igual medida hoy en día que hace muchos siglos."

Esto es una muestra de las tensiones en las que, hasta un autor de la envergadura indiscutida de Gombrich, se cae cuando se analiza el grafitti aún hoy. Si bien no todos los autores comparten la posición de Gombrich es un ejemplo claro de una de las posiciones sobre el mismo.

Ahora, para seguir con las imágenes, les dejo unos pintarrajos hechos por vándalos en la ciudad de Junín, Provincia de Buenos Aires.

lunes, 13 de octubre de 2008

Borrador 1 de historia nacional

El graffiti, como (casi) en cualquier otro país, tiene una larga historia en la Argentina. Desde las consignas políticas, pasando por las declaraciones de amor, las pintadas han abundado en la historia Argentina. Pero para ser un poco más estrictos, podríamos decir que el graffiti, como parte de los movimientos de intervenciones urbanas, comenzó a principios de los años 80.

Los primeros grupos de graffiteros, aunque tal vez no se denominaran así, porque solían denominar a sus graffitis "pintadas", se iniciaron por el año 82/83, parodiando las consignas de los partidos políticos, y esto en plena efervescencia democrática.

Algunos de los más recordados:
  • de los firmados por Los Vergara: “Albert sabe el secreto, Batman es Bruno Diaz”; “Tiemblen fachos, Maradona es zurdo”, “No a la donacion de órganos" (Yamaha)”, entre muchos otros.
  • Con un humor más ácido, Bolo Alimenticio: “La Semana Santa es una huelga escleciástica”, “Los curas enferman”, “Morirse no es nada, lo triste es vivir en al Argentina” y

(El único documento de aquella época que conservo)
  • Fife & Autogestión: "Cuando el Estado se prepara para matar se hace llamar Patria", “Basta de pornografía: ¡vistan a Cristo, que está en pelotas!”.
Estos fueron los inicios, pintadas sin ningún adorno ni esfuerzos tipográficos, pero con fuerte contenido crítico, centralmente al "consignismo" de los partidos políticos de la época.

Aún hoy se encuentran grupos que realizan "pintadas" similares a las de aquellos. Como ejemplos valen este estencil, con mucho gráfico:


Este otro, puro texto:


y, este otro, más combinado: